La primera clasificación científica sobre la alopecia androgenética con patrón femenino y masculino fue realizada en 1951 por el investigador inglés James Hamilton.
Los estudios que realizó con varios grupos de personas de distintas razas y edades, determinaron que las causas hereditarias, endocrinas y envejecimiento responsables de la alopecia androgenética son interdependientes. Esta conclusión sigue siendo válida hasta hoy en día.
Tipo I: Retroceso del pelo inapreciable o escaso por la parte frontal.
Tipo II: Caída del cabello por la zona temporal. Se dibujan las entradas.
Tipo III: Pérdida de cabello especialmente por la zona de la coronilla. Es el nivel mínimo a partir del cual se considera que hay calvicie.
Tipo IV: Se amplía la zona sin pelo en la coronilla. La pérdida de pelo en la zona frontal es superior a la del estadio III. Una banda de pelo separa nítidamente las dos zonas calvas.
Tipo V: Las zonas de la coronilla y de la frente están separadas solamente por una región estrecha. Vista desde arriba, la zona que aún conserva pelo dibuja la forma de una herradura (también en los tipos VI y VII).
Tipo VI: Las zonas sin pelo anterior y posterior se juntan, y se produce un ensanchamiento de la zona afectada.
Tipo VII: En este estadio solamente queda una porción estrecha del pelo original, que se extiende sobre las orejas y se junta en la nuca.